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La verdad sobre los tatuajes.

Si estás pensando en tatuaje te recomiendo que leas esto, antes de hacerlo.
Abajo dejo enlace del articulo completo del blog.

No me gustan los tatuajes y te cuento el porqué.
En la gustada sección «nadie me preguntó» vengo a dar mi opinión sobre un tópico muy popular entre la juventud, pero que a mi me produce un profundo desagrado: los tatuajes. No tengo tantos visitantes, así que no espero que se arme un debate pero quiero aclarar que este es mi blog, donde yo puedo publicar lo que yo quiera y lo que salga de mi mente, esta es MI opinión y tengo el derecho a darla y compartirla, si no te gusta ve y hazte un blog y publica un articulo de porque a ti si te gustan.
Me pueden preguntar ¿desde cuando no te gustan los tatuajes? para ser honesto, desde que tengo memoria, la sola idea de manchar, de ensuciar la piel de manera permanente me producía muchísimo desagrado, incluso desde que era un niño pequeño allá por el kinder, añadiendo además el prejuicio social de que los tatuajes eran habituales en delincuentes, cholos y personas con cierto perfil criminal (aunque claro, aclaro que tatuado no es sinónimo de delincuente).

El perfil criminal de los tatuados de aquella época añadían un rechazo adicional hacia los tatuajes de mi parte, iba a poner una foto real, pero luego llegan ofendidos, así que mejor no.
Si nos vamos a la definición académica, se nos dice: «Un tatuaje es una modificación permanente del color de la piel en el que se crea un dibujo, una figura o un texto y se plasma con agujas u otros utensilios que inyectan tinta o algún otro pigmento bajo la epidermis de una persona.».
Y es ahí donde inicia mi desagrado ¿Por qué? ¿por qué manchar la piel de manera permanente? en verdad, no concibo, no comprendo porqué alguien quisiera arruinar su piel de forma permanente, no hay dibujo, no hay símbolo, no hay nada que amerite la justificación de permanecer en la piel de forma permanente. El argumento mas típico es «Bueno ¿y que tal si quieres hacer un homenaje a alguien, algún familiar, un hijo, un amigo?» Pues respondo: ¡Con más razón!, el mejor lugar para tatuarte a una persona es en tu mente y en tu corazón, y no con tinta, sino con tus recuerdos mas preciados que te permitan recordar el valor de esa persona.

Si, el tatuaje tiene un contexto histórico, se utilizaba por tribus primitivas, pero ese es el detalle, ya no somos tribus primitivas, somos una civilización que debería dejar atrás ese tipo de prácticas, pero no solo no lo hacemos, sino que lo aplaudimos y perfeccionamos.
Y me temo que en muchos casos, el tatuaje moderno no es fruto de una decisión meditada y valorada, sino un arrebato, un capricho infantil de adolescente por querer parecerse a otros, por querer imitar lo peor de otros y ahí tenemos, a una persona marcada de forma permanente:

No saben cuanto me duelen, mujeres jóvenes.
Quiero añadir un importante dato estadístico que encontré durante mi investigación, «Ciertos sondeos revelan que entre el 80 % y el 90 % de las personas con tatuajes quieren eliminarlos en algún momento de su vida», informa el rotativo canadiense The Vancouver Sun. Por su parte, un dermatólogo señala que «el incremento en la cantidad de tatuajes ha traído un aumento correspondiente en el deseo de eliminarlos», a lo que voy y señalo ¿entonces para qué marcar tu piel permanentemente si te vas a arrepentir y te va a quedar una secuela? El argumentario reciente entonces es «pero ya se pueden quitar», «ya son borrables», pequeños, temo que no es tan fácil, las sesiones son caras, no solo gastas tu dinero estúpidamente en un tatuaje, sino además, gastas aún más en borrarlo (ver enlace) para tener un resultado parecido a éste:

Se valora y aprecia a quien tiene el coraje de reconocer que se equivocó y que se arrepiente; se felicita, lamentablemente, la secuela es permanente, porque siempre quedará una huella del error cometido.

Entonces ¿Para qué te tatúas si muy probablemente te vas a arrepentir?
Yo mismo se que llegué a bromear sobre ciertos tatuajes «aceptables» o simpáticos, que podíamos encontrar en personajes de la farándula y el deporte, supongo que en ellos puede ser comprensible porque es parte de su espectáculo, pero aún así no me gustan.

El tatuaje menos feo de todos y aúna sí no me resulta agradable.
Como reseña final sobre el porqué no tatuarse, comento los puntos:
1. Los tatuajes son una marca permanente ¿quienes se han marcado permanentemente en la historia? Generalmente los esclavos, las vacas, las bestias ¿Perteneces a alguno de los tres anteriores grupos? Entonces no creo que te siente bien un tatuaje.
2. Los tatuajes dañan a la salud ¿No crees que si la naturaleza no nos dio depósitos naturales de tinta debajo de la piel es por algo? ¿Crees que es sano inyectarse tintas permanentes por debajo de tu piel que estarán hasta el final de tu vida? ¿Sabías que se corroboró que nanopartículas de tinta de tatuaje van a parar a los ganglios linfáticos? ¿EN VERDAD CREES QUE ES SANO EN ALGUNA FORMA HACERSE UN TATUAJE? ¿EN VERDAD CREES QUE ES SANO TENER TINTA EN TUS GANGLIOS LINFÁTICOS?.
3. Los tatuajes arruinan la estética normal de la piel, la estética natural del ser humano, que es limpia, es elegante, es constante, uniforme, rayonearla la pervierte y la deja viéndose muy mal.
4. Si una persona es capaz de tatuarse, de marcar su piel de manera permanente ¿no te parece que será capaz de hacer muchas otras cosas «rebeldes»?
5. Ya se que les encanta poner a ancianos tatuados felices en facebook, pero les recuerdo que la tinta se decolora con el paso de los años y la piel acostumbra estirarse por las subidas de peso, así que, quizá anheles ser un anciano de 80 años con alzheimer con un dibujo feo, despintado y estirado el cual no recuerdas ni porqué te lo hiciste, pero yo no.

Lo siento, pero no me gustan los tatuajes, los detesto, me disgustan, no me pidan que los aplauda o que los adule porque nunca lo haré.
Se que tengo amigos que contemplan tatuarse, solo puedo pedirles que no lo hagan, porque no los aplaudiré y siempre mostraré mi desacuerdo con tan absurda decisión que además de costosa, no me parece más que un arrebato y un capricho de supuesta rebeldía de juventud.
Lo siento si no te gustó este artículo, me quería desahogar, no saben cuanto me disgustan los tatuajes.

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