Qué es la izquierda y derecha política: Sistema de clasificación del espectro político

La diferenciación proviene de la posición que ocupaban en el parlamento francés surgido tras la «Revolución Francesa» (finales del siglo XVIII) los dos grandes bloques políticos: a la derecha quienes defendían una organización social que favoreciese a personas o grupos con poder económico, político, religioso y/o militar apoyando el mantenimiento e incremento de su poder y riqueza, y a la izquierda quienes defendían la igualdad de derechos, libertades y oportunidades de todas las personas, sin diferenciaciones, discriminaciones o clasismos. Ambas posturas son mutuamente excluyentes, porque obviamente apoyar a personas o grupos privilegiados social y/o económicamente implica apoyar las diferenciaciones (y por tanto la no igualdad) de derechos, oportunidades y poder en la población, y similar a la inversa. 

Así, las izquierdas se centran principalmente en impulsar medidas y acciones que garanticen el cumplimiento satisfactorio de los derechos, libertades y oportunidades de toda la población (p. ej. seguridad social, educación y sanidad de calidad para todas las personas), mientras que
las derechas se centran en medidas y acciones que favorecen los intereses de las personas o grupos privilegiados que apoyan (p. ej. la jerarquía religiosa y los grandes propietarios en las derechas conservadoras, tradicionalistas o reaccionarias, o las grandes empresas y fortunas en las nuevas derechas liberales / neoliberales / privatistas). 

Con esta definición podemos observar que muchos partidos actuales que se llaman de izquierdas son realmente de derechas. Todos los partidos que defienden el separatismo, el nacionalismo, la religión, la monarquía, … son realmente de derechas aunque en sus nombres figure la palabra izquierda. 

Por lo tanto, cualquier persona que pertenezca a las elites es lógico que voten a partidos de derecha para defender sus privilegios. Pero una persona sin privilegios debería votar a partidos de izquierda. Y esto último no siempre ocurre.

A continuación vamos a nombrar las principales características de partidos de: 
Extrema izquierda.
Izquierda. 
mac

Falsa izquierda. 
Derecha. 
Extrema derecha. 

Un partido de extrema izquierda se caracteriza por posturas más radicales dentro del espectro político izquierdista, con énfasis en una transformación profunda de las estructuras económicas, sociales y políticas. Estas son sus principales características: 

1. Anticapitalismo:
• Rechazo frontal al sistema capitalista, argumentando que perpetúa la desigualdad y la explotación. 
• Propuesta de modelos alternativos como el socialismo, el comunismo o la economía planificada. 

2. Colectivismo:
• Promoción de la propiedad colectiva o comunal de los medios de producción, como fábricas, tierras y recursos naturales.
• Rechazo a la acumulación privada de riqueza en beneficio del bienestar colectivo. 

3. Igualdad absoluta:
• Lucha por eliminar las diferencias económicas, sociales y de poder. 
• Énfasis en la redistribución total de la riqueza mediante impuestos muy progresivos, nacionalizaciones y programas sociales extensivos. 

4. Revolución social y económica:
• Creencia en la necesidad de una transformación radical, que puede incluir cambios revolucionarios para derrocar el sistema existente. 
• En algunos casos, aceptación de métodos no democráticos si se consideran necesarios para lograr sus objetivos.

5. Internacionalismo:
• Solidaridad con las luchas de la clase trabajadora y movimientos de liberación en todo el mundo. 
• Apoyo a la abolición de fronteras y estructuras nacionales en favor de una comunidad global igualitaria. 

6. Desconfianza hacia las instituciones:
• Crítica a las democracias liberales, considerándolas herramientas del capitalismo. 
• Propuesta de sistemas alternativos de gobernanza, como consejos populares, asambleas obreras o modelos descentralizados de poder. 

7. Defensa de los derechos de los oprimidos:
• Énfasis en la protección de grupos marginados, como trabajadores, campesinos, minorías étnicas y sexuales. 
• Lucha contra todas las formas de opresión, incluyendo el racismo, el patriarcado y la explotación económica. 

8. Sostenibilidad radical:
• Postura ecológica radical que critica la destrucción ambiental causada por el capitalismo. 
• Propuesta de un sistema económico sostenible que priorice el bienestar del planeta sobre el crecimiento económico. 

9. Abolición del sistema de clases:
• Rechazo a la existencia de cualquier forma de jerarquía económica o social. 
• Promoción de una sociedad sin clases, donde no haya privilegios basados en la riqueza, el género o la raza. 

10. Postura antiimperialista:
• Oposición a las potencias imperialistas y su influencia económica o militar sobre países más débiles. 
• Apoyo a movimientos de independencia y autodeterminación. 

11. Fuerte componente ideológico:
• Basado en teorías como el marxismo, el anarquismo, el leninismo o el maoísmo, según el partido. 
• Enfatizan la lucha de clases como el motor principal de la historia. 

Aunque los partidos de extrema izquierda comparten muchos de estos principios, su interpretación y aplicación pueden variar significativamente dependiendo del contexto histórico, cultural y político de cada país.

Un partido de izquierda suele caracterizarse por las siguientes ideas y enfoques: 

1. Igualdad social y económica:
• Enfoque en la redistribución de la riqueza para reducir la desigualdad. 
• Promoción de políticas fiscales progresivas (impuestos más altos a los ricos) y acceso equitativo a servicios como salud, educación y vivienda. 

2. Justicia social:
• Defensa de los derechos de los grupos más vulnerables o marginados, como mujeres, minorías étnicas, LGBTQ+, personas con discapacidad y trabajadores. 
• Enfoque en la equidad de oportunidades y la lucha contra la discriminación. 

3. Economía regulada:
• Intervención del Estado en la economía para proteger a los trabajadores, controlar monopolios y garantizar el bienestar social. 
• Defensa de políticas como salarios mínimos, seguridad laboral y sindicatos fuertes. 

4. Defensa de los servicios públicos:
• Apuesta por la nacionalización o gestión pública de sectores estratégicos, como la sanidad, educación, transporte o energía. 
• Rechazo a la privatización de bienes y servicios esenciales. 

5. Internacionalismo y solidaridad:
• Promoción de la cooperación internacional para abordar problemas globales como el cambio climático, la pobreza y las desigualdades. 
• Postura de solidaridad hacia los movimientos de liberación nacional y las luchas sociales en otros países. 

6. Progresismo cultural:
• Defensa de los derechos humanos y libertades individuales. 
• Apoyo a la diversidad cultural, religiosa y étnica. 
• Promoción de políticas a favor de la igualdad de género, el feminismo y el reconocimiento de los derechos LGBTQ+.

7. Sostenibilidad ambiental:
• Compromiso con políticas ecológicas, como la transición energética hacia energías renovables. 
• Crítica al modelo capitalista por su impacto en el medio ambiente y promoción de alternativas sostenibles.

8. Participación ciudadana:
• Apuesta por modelos de democracia participativa que den más voz a la ciudadanía. 
• Fomento de movimientos sociales, asambleas y otras formas de involucrar a las personas en la toma de decisiones. 

9. Crítica al sistema capitalista:
• Señalamiento de las desigualdades inherentes al capitalismo y su tendencia a concentrar riqueza en pocas manos. 
• Propuesta de modelos alternativos, desde una socialdemocracia regulada hasta una economía socialista o comunista, dependiendo del partido. 

10. Pacifismo y derechos humanos:
• Postura crítica hacia las guerras y el militarismo. 
• Defensa de la resolución pacífica de conflictos y el respeto a los derechos humanos internacionales. 

Las características de los partidos de izquierda pueden variar según el contexto político y cultural de cada país, y algunos movimientos combinan elementos de izquierda con otras corrientes ideológicas. 

Los partidos de “falsa izquierda” (también llamados por algunos “izquierda light” o “izquierda acomodada”) suelen ser acusados de adoptar un discurso progresista mientras mantienen prácticas o políticas que favorecen el status quo. Aquí tienes algunas características que suelen atribuírseles: 

1. Adaptación al sistema capitalista:
• Aunque utilizan un lenguaje crítico hacia el capitalismo, aceptan y trabajan dentro de sus estructuras sin buscar transformaciones profundas. 
• Priorizan reformas superficiales en lugar de cambios estructurales en el sistema económico. 

2. Discurso progresista sin acción concreta:
• Utilizan temas populares como el feminismo, los derechos LGBTQ+ y la diversidad para ganar apoyo, pero no implementan políticas significativas para abordar las desigualdades de fondo. 
• Ponen más énfasis en la forma (discurso, símbolos) que en el fondo (acciones y resultados). 

3. Compromiso con las élites económicas:
• Colaboran con grandes corporaciones o sectores de poder económico, promoviendo políticas neoliberales como privatizaciones o recortes sociales. 
• Defienden los intereses de las élites bajo el pretexto de que son necesarias para el crecimiento económico. 

4. Reformismo limitado:
• Plantean medidas progresistas, pero de alcance limitado, sin desafiar las estructuras de poder existentes. 
• Prefieren mantener un equilibrio entre las demandas populares y la estabilidad del sistema. 

5. Cooptación de movimientos sociales:
• Utilizan el apoyo de movimientos sociales para llegar al poder, pero luego desactivan o desmovilizan a estos movimientos una vez en el gobierno. 
• Asumen posturas conciliadoras para evitar conflictos con sectores conservadores o empresariales. 

6. Desconexión con la clase trabajadora:
• Aunque se autodenominan representantes de los trabajadores, sus políticas no suelen beneficiar directamente a la clase obrera o sectores populares. 
• Fomentan alianzas con sectores medios o altos, descuidando a las bases tradicionales de izquierda. 

7. Prioridad en lo electoral sobre lo ideológico:
• Su principal objetivo es ganar elecciones, lo que los lleva a suavizar sus posiciones ideológicas para atraer a un electorado más amplio. 
• Su programa político tiende a ser ambiguo y poco comprometido con transformaciones profundas. 

8. Uso del populismo simbólico:
• Centran su discurso en símbolos, frases o líderes carismáticos que no necesariamente representan un proyecto transformador. 
• Realizan gestos simbólicos (como cambios en lenguaje o símbolos oficiales) sin aplicar políticas estructurales. 

9. Desempeño contradictorio en el poder:
• Una vez en el gobierno, implementan políticas que contradicen sus promesas electorales, como recortes sociales, ajuste fiscal o medidas favorables a las grandes empresas. 
• A menudo gobiernan de manera similar a partidos de centro o incluso de derecha moderada. 

10. Evitación de conflictos con poderes establecidos:
• Se muestran reacios a enfrentarse a poderes como las élites económicas, los medios de comunicación dominantes o las instituciones internacionales (e.g., FMI, Banco Mundial). 
• Mantienen relaciones estrechas con sectores conservadores para garantizar estabilidad política. 

Criticas principales:
• “Traición ideológica”: Se les acusa de abandonar los ideales de izquierda por conveniencia política o económica. 
• “Lavado de cara del sistema”: Se argumenta que, al asumir un rol progresista sin cambios estructurales, legitiman un sistema que perpetúa las desigualdades. 
• “Falsa representación”: Son vistos como representantes de la élite disfrazados de izquierda. 

Estas características no siempre aplican de manera uniforme y dependen del contexto de cada partido, pero son señalamientos frecuentes en los debates políticos sobre partidos que se identifican como de izquierda. 

Un partido de derecha suele caracterizarse por las siguientes ideas y enfoques: 

1. Defensa de la libertad individual:
• Priorización de las libertades individuales, especialmente en el ámbito económico, con énfasis en el derecho a la propiedad privada y la autonomía personal. 

2. Economía de mercado:
• Apoyo al capitalismo y al libre mercado como motores del desarrollo económico. 
• Preferencia por políticas que reduzcan la intervención estatal en la economía, favoreciendo la privatización y la desregulación. 

3. Conservadurismo cultural:
• Defensa de valores tradicionales, como la familia, la religión y las costumbres históricas del país. 
• Resistencia a cambios culturales rápidos, como los relacionados con el feminismo, los derechos LGBTQ+ o el multiculturalismo. 

4. Orden y seguridad:
• Enfoque en el mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana, a menudo con políticas de mano dura contra el crimen. 
• Apoyo a instituciones como las fuerzas armadas y la policía. 

5. Nacionalismo:
• Promoción del orgullo nacional, la soberanía y la identidad cultural del país. 
• Resistencia a influencias externas que se perciban como una amenaza a la autonomía nacional.

6. Meritocracia:
• Creencia en que las personas deben alcanzar el éxito según su esfuerzo y méritos, con menor énfasis en políticas redistributivas. 
• Crítica a los sistemas de dependencia estatal y apoyo limitado a los subsidios sociales. 

7. Reducción del Estado:
• Propuesta de reducir el tamaño del Estado mediante la disminución del gasto público y el número de regulaciones. 
• Defensa de impuestos bajos para fomentar la inversión y el emprendimiento. 

8. Tradicionalismo religioso (en algunos casos): 
• Influencia de principios religiosos en la política, especialmente en temas sociales como el matrimonio, la educación y el aborto. 
• Respaldo a la libertad religiosa como un derecho fundamental. 

9. Euroscepticismo (en Europa): 
• Crítica hacia las políticas supranacionales que puedan limitar la soberanía de los Estados, aunque no siempre implica rechazo total a la Unión Europea. 

10. Desconfianza hacia movimientos progresistas:
• Resistencia a cambios sociales que puedan alterar las estructuras tradicionales. 
• Críticas al socialismo, comunismo y políticas percibidas como colectivistas. 

Los partidos de derecha pueden variar en su enfoque dependiendo del contexto cultural, histórico y político de cada país, y algunos combinan posturas conservadoras con ideas progresistas en ciertos temas.

Un partido de extrema derecha suele tener las siguientes características comunes: 

1. Nacionalismo extremo:
• Promoción de un fuerte sentido de identidad nacional. 
• Defensa de la soberanía nacional frente a influencias externas como la globalización o instituciones supranacionales (e.g., la Unión Europea). 
• Discurso basado en la superioridad cultural, histórica o étnica de una nación. 

2. Xenofobia y políticas antiinmigración:
• Rechazo hacia la inmigración, especialmente de personas de culturas o religiones diferentes. 
• Propuestas para limitar la entrada de inmigrantes, deportar a inmigrantes ilegales o dificultar el acceso a derechos. 

3. Autoritarismo:
• Defensa de un gobierno fuerte y centralizado, con menor tolerancia hacia la disidencia. 
• Tendencia a priorizar el orden y la seguridad sobre las libertades individuales. 

4. Conservadurismo radical:
• Resistencia a los cambios sociales y culturales, como los avances en derechos de género, diversidad sexual o multiculturalismo. 
• Defensa de valores tradicionales, como la familia nuclear y la religión predominante en el país.

5. Populismo:
• Uso de un lenguaje directo y polarizador que apela a “el pueblo” contra “la élite” o el “sistema corrupto”. 
• Crítica a las instituciones democráticas tradicionales y a los partidos políticos establecidos. 

6. Anticomunismo:
• Rechazo al socialismo, comunismo y otras ideologías de izquierda. 
• Discurso que asocia estas ideologías con caos, pobreza o la pérdida de valores tradicionales. 

7. Euroscepticismo (en Europa): 
• Críticas hacia la Unión Europea y sus políticas. 
• Propuestas para reducir la integración o incluso salir de la UE. 

8. Enfoque en la seguridad:
• Prioridad en endurecer leyes y políticas de seguridad. 
• Promoción de medidas como el aumento de la policía, cárceles más estrictas y penas más severas. 

9. Uso de la propaganda y manipulación mediática:
• Difusión de mensajes simplistas y emocionales para movilizar apoyo. 
• Uso de teorías conspirativas o tergiversación de información para criticar a oponentes políticos.

Estas características no siempre se presentan en todos los partidos de extrema derecha, y su intensidad varía según el contexto político, cultural e histórico de cada país.