Autoestrangulamiento del estado del bienestar

«El autoestrangulamiento del estado del bienestar», un ensayo de Marcos G.D. que promete un buen repertorio de alternativas tecnológicas a un modelo hipergestionado por la industria política. ¡Damos fe!  👉 https://goo.su/Aa5mEvx #ensayo #noficcion #edicionespangea
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El AUTOESTRANGULAMIENTO del estado de bienestar:
Análisis, metodologías y alternativas tecnológicas a un modelo hipergestionado por la industria política
.

«Por ensayo y error ya sabemos que los políticos  no son la solución, sino parte del problema»

Descripción.

Después de muchas iteraciones, cualquier investigador ya habría concluido que los políticos no son el medicamento que va a curar al mundo. ¿Por qué creemos y utilizamos el método científico y empírico en la ciencia y en los procesos industriales, pero no para la gestión de los estados?

Al igual que no tiene sentido que un padre se compre un yate para disfrutarlo él y lo pague su hijo cuando crezca, tampoco lo tiene que quienes ni siquiera han nacido aún paguen nuestros caprichos del presente. Sin embargo, los estados no dejan de endeudarse.

En este libro no solo se intenta explicar las razones por las que los países se endeudan, sino que se plantean alternativas y un nuevo modelo que minimiza la actuación de los políticos. Todo ello en base al uso de las tecnologías (blockchain, big data, algoritmia neuronal…), utilizando metodologías de ensayo y error para la economía y aprobación de leyes, eliminando el control y gestión de los políticos y sus ideologías del sistema educativo o de Hacienda, permitiendo que únicamente los más inteligentes de la sociedad puedan curar, enseñar u ocupar altos cargos en la política, así como la descentralización de las decisiones importantes en favor de los que más saben.

ÍNDICE.

Prólogo.
Principio de autoestrangulamiento del estado de bienestar. 
Una nueva enfermedad psicológica no diagnosticada: la adicción a la política. 
Masa o individuo. 
La similitud entre las sectas y los partidos políticos. 
La culpa no es de los demás.
Sobre política, clases y bandos. 
Estados, países, fronteras e igualdad de oportunidades. 
La decadencia de lo políticamente correcto. 
El problema evolutivo de querer pertenecer a un grupo y la teoría de la destrucción social por sociabilidad 
Mejorar el capitalismo. 
El internet de las cosas puede ser la solución. 
Comunismo. 
Periodismo.
Educación. 
Métodos científicos para gobernar.
Blockchain. 
La Hacienda de las matemáticas en lugar de la ideológica: la computadora de la fiscalidad. 
Implementar un sistema fiscal que ponga en valor el esfuerzo. 
Planificación de los presupuestos de Marcos. 
Fondo soberano. 
Un nuevo orden mundial. 
Los métodos de Hacienda.
El cinismo del Estado de derecho. 
El blanqueamiento. 
Borrador de un nuevo modelo de Estado (Estado de Marcos). 
Cómo murió mi padre: ¿son los políticos asesinos?. 
Conclusión. 
Disculpas y agradecimientos. 
ANEXO A: Equilibrio biológico de las pensiones para el cálculo depensiones públicas basadas en la solidaridad intergeneracional. 
ANEXO B: Teoría de la búsqueda de aliados para un Estado. 

PRÓLOGO

En un mundo lleno de mentiras, la boca que se atreve a decir verdades se convierte en el arma más perseguida. Robin Willians 

El mundo vive una gran crisis y los ciudadanos están buscando soluciones en nuevos partidos y líderes. Nos comportamos como masa, sin criterio propio. No distamos mucho o nada de los que apoyaron a Hitler, no hemos aprendido: los políticos nos prometen lo que queremos oír y los votamos. Los seres humanos nos resistimos a enfrentarnos a la realidad y echamos la culpa a otros. La culpa de los problemas de los alemanes en el siglo XX era de los judíos; la culpa de los problemas de Reino Unido es de la Unión Europea; la culpa de los problemas de los catalanes es del Gobierno español; la culpa de los problemas de los Estados Unidos de América es de los mejicanos; la culpa de los problemas de los musulmanes fanáticos es de los cristianos —y viceversa, según el momento de la historia en el que nos ubiquemos—; y la culpa de los problemas de la clase obrera es de los empresarios y los ricos. El mensaje de nuestros líderes siempre es el de enfrentarnos entre nosotros. ¿No te sorprende que esta actitud persista en el tiempo? ¿Realmente hemos evolucionado? La respuesta es que no lo suficiente.

El argumento se repite y los ciudadanos continúan siguiendo a los políticos. Las ideologías carecen de rigor científico y no distan mucho de las creencias divinas. Hemos sustituido a los dioses por la ideología. Creemos en la política e ideología por actos de fe y no por comprobación científica, pues, por ejemplo, la ideología económica no debería existir, ya que la economía son matemáticas y no un acto de fe. Tratar una ciencia como ideológica nos conducirá a crisis económicas y a la depresión. 

Un modelo computacional adecuado nos puede decir cuáles son los valores de los impuestos adecuados. Tenemos datos del pasado y matemáticas que nos ayudarán a hacer predicciones del futuro. Incluso cuestiones como legalizar la prostitución o la marihuana se pueden resolver por métodos como el Lean Startup (más en concreto mediante sus procedimientos de iteración y pivotación para validar hipótesis), utilizado por la mayoría destartups y grandes corporaciones como Toyota en su versión Lean Manofacturing, en lugar de por los políticos y sus asesores amiguetes. 

Sin embargo, todas estas tecnologías y metodologías no se usan. La razón es muy sencilla: si se empleasen, la mitad de los políticos perderían su trabajo. Bien utilizadas, representan el fin del sistema tal y como lo conocemos. 

Las ideologías se han inventado para dominarnos. El ser humano tiene la necesidad de socializar, de pertenecer a un grupo, y de esto se aprovechan los políticos. De ninguna otra forma se explicarían algunos movimientos sociales como el nazismo. Lo curioso es que parece que pertenecer a un grupo nos enfrenta a los otros. Esto es así porque nuestros líderes nos lo han inculcado. Y sí, no somos tan independientes como parece. Nuestra forma de pensar y decidir está enormemente condicionada por la sociedad. Nuestra naturaleza nos hace querer encajar en la misma. La necesidad de amor nos juega una mala pasada. No lo digo yo: ciertas culturas orientales ya hablaban de estas cuestiones hace miles de años. Mientras que las religiones abrahámicas fomentaban el modelo de comunidad, otros modelos creían en el crecimiento de la sociedad a través del crecimiento personal. El modelo actual es bien distinto, y esto, a nivel psicológico y social, nos ha destrozado. Muchas depresiones vienen dadas por lo que la sociedad o el entorno espera de nosotros —o nosotros pensamos que espera—. Ser sociales es una gran ventaja evolutiva, si bien necesitarlo «sí o sí» no lo es. 

El mundo está esperando una nueva revolución que instaure un nuevo sistema que sustituya al actual. Algunos movimientos lo intentaron, como el movimiento 15M en España, pero fracasó, pues lo que hicieron fue sustituir a unos políticos por otros. Fue un movimiento antipolíticos que terminó creando un partido comunista afín a modelos como el de Venezuela. En EE. UU., Trump fue lo mismo. Un movimiento que iba en contra de los políticos «tradicionales». Esto no tiene ningún sentido. No podemos buscar la solución en políticos cuando ellos son parte del problema. Muchos echan la culpa al sistema capitalista y reclaman en este un cambio. Si bien hay que mejorarlo porque tiene deficiencias, el principal problema no es el capitalismo, sino un sistema de gestión basado en las ideologías y sus políticos. Hay que migrar a un sistema basado en la ciencia.

El sistema actual agrede constantemente a los jóvenes y niños, e incluso a las generaciones futuras que todavía no han nacido. Nos endeudamos y gastamos el dinero que los niños todavía no han ganado. ¿Es ético un sistema así? Un niño que nazca hoy ya tiene una deuda a pagar que, sin embargo, ni la ha generado ni ha pedido vivir en un sistema así. En definitiva, hemos arruinado a los jóvenes intelectual y económicamente con un sistema que ellos no han elegido. Por si fuera poco, les hemos fomentado principios como el pensamiento ideológico. 

Los políticos populistas te dirán que van en contra de los bancos. Esto es mentira, pues generar deuda es darle el poder del país a los bancos, fondos de inversión y resto de acreedores. Incluso partidos políticos que afirman que están en contra de todo «poder económico» no hacen más que emitir deuda para hacerlos ricos (muy típico en Latinoamérica o en el sur de Europa). Los políticos han vendido, literalmente, el país. No solo eso, sino que nos obligan a todos a tener nuestro dinero en los bancos. Hay que recordar que en algún país de la UE ya no se puede hacer pagos de más de mil euros en efectivo. El resto debe ser vía una entidad financiera. Por ejemplo, en Dinamarca están empezando a eliminar el dinero en efectivo. El resultado es siempre el mismo: que todo nuestro dinero esté en los bancos. Sin duda, el mejor comercial para los bancos son los políticos. Este tipo de acciones las justifican diciendo que así evitan la economía sumergida. No obstante, pienso que para solucionar un problema nunca se debe cometer una injusticia. Pese a lo que muchos piensen, en el amor y en la guerra no vale todo. Quiero resaltar también que eliminar el efectivo permite el control de masas, ya que facilita saber lo que compramos, adónde vamos y hasta si le somos infieles a nuestra pareja. También lo son las CBDCs (Moneda digital de Banco Central) de los bancos centrales, cuyo objetivo principal es tener un control absoluto sobre el dinero de los ciudadanos. En este sentido, el Foro de Davos ya ha dejado claras sus intenciones de que solo existirán ricos y pobres en el mundo y absolutamente todo deberá estar controlado y gestionado por los de arriba (clase política y grandes fondos de inversión). Elon Musk dijo: «Están tratando de ser los jefes de la Tierra, no lo vamos a permitir». Honestamente, no tengo muy claro que se pueda evitar, si bien él tiene la capacidad para ejercer de contrapeso. 

Vivimos en un sistema deficitario abocado a la quiebra. Es una cuestión de saber sumar: si se gasta más de lo que se gana, el dinero se termina. Lo único que quedaría por saber es cuándo. Los Gobiernos se afanan en recaudar impuestos como única solución para no quebrar. Los bancos centrales o reservas federales hacen lo propio con la impresión de dinero para mantener su modelo quebrado. Hay que buscar nuevas formas para financiar el estado de bienestar debido a que este se «autocanibaliza». 

Subir impuestos es la solución fácil. Necesito dinero, pues recaudo dinero. Esto ya lo hacían la Iglesia y los señores feudales en la Edad Media. Debemos evolucionar después de tantos siglos. Crear sistemas productivos eficientes y aplicar las matemáticas a los sistemas de gestión. Estos sistemas deben desaparecer porque no resuelven los problemas actuales con eficiencia. 

La política nos gestiona como masa. Utilizan los mismos métodos que algunas sectas: fanatizan a los ciudadanos para que no cambien de bando. Viven del enfrentamiento entre nosotros. Por supuesto, apoyados por los periodistas y medios de comunicación. Un medio de comunicación es una empresa que debe obtener beneficios. Si se posiciona a favor de una ideología, los fanáticos de esta —clientes para una empresa— consumirán sus servicios de información. 

Nuestra necesidad de socializar limita nuestra capacidad para ser felices. Estamos aquí para ayudar al prójimo, pero no lo conseguiremos si pertenecemos a un grupo. Debemos evolucionar desde la individualidad para ser realmente libres. 

En este libro planteo un nuevo modelo en el que la educación, Hacienda y otras áreas de las que ahora se ocupan los políticos pasan a ser gestionadas por entidades independientes y no ideológicas. También planteo sistemas de recaudación basados en la ciencia, que además consideran la capacidad de generar riqueza a través del esfuerzo de las personas —figura del emprendedor— y no tanto de cuánto dinero se gana —sistema actual—. Insisto en la idea de que no pueden solucionar nuestros problemas aquellos que los han creado. Ya es posible resolverlos mediante la ciencia y la tecnología. Si reducimos el poder de actuación de los políticos, conseguiremos un ecosistema justo para todos. 

También hago hincapié en la educación. La forma de igualar clases no es quitando el dinero a los que producen para dárselo a los que no producen. Esto conduce a la pobreza global. La forma más adecuada y potente es dándoles a los pobres una mejor educación y preparación que la que reciben los ricos o, al menos, igual. De la misma forma que en el deporte si quieres ganar tienes que esforzarte y trabajar duro, la educación debería ser dura y con un nivel de exigencia muy alto. 

Por último, propongo un borrador —abierto, sin terminar y con gran grado de mejora— sobre cómo debería ser un modelo de Estado en el que se reduce la actuación de los políticos al mínimo. 


¿Cómo está escrito el libro?

Este libro es la recopilación de fragmentos escritos en periodos distintos desde 2017. Por este motivo, se repiten algunos conceptos o los apartados no presentan una unión clara. Pido disculpas de antemano. Todos los puntos han sido revisados en enero de 2021 y, posteriormente, en 2022 para la adaptación de esta versión, ya que el libro está basado y, de hecho, el 70 % del mismo coincide con Una solución para humanidad: un sistema no gestionado por políticos. Dicho libro es un borrador y por tanto está inacabado, si bien se publicó así por decisión propia para obtener una primera opinión del lector. Dicha obra estaba muy focalizada en cómo solucionar el problema de financiación de las pensiones públicas tomando como caso de estudio el caso de España. 

En 2018 hubo un cambio de Gobierno en España y por «Gobierno actual» debe entenderse el que terminó gobernando. Sin embargo, en el caso de EE. UU. se trata del partido o Gobierno que ganó las elecciones en 2020.

Soy una persona que no cree en las ideologías ni en el sistema actual. Tengo opinión sobre cualquier tema, y es posible que en algunos casos esa opinión coincida con la de un partido o ideología. Tengo derecho a tener mi opinión sobre todas las cosas y no por ello tener una ideología. Yo solo creo en los métodos científicos y en las matemáticas para gobernar. 

Por otra parte, cuando en el libro hago referencia al método Lean siempre debe interpretase como Lean Startup y más en concreto a su metodología de iteración y pivotación para validar ideas. Aunque hay veces que hago referencia a este método como el científico, si somos realmente estrictos, es empírico. Si bien, en el contexto del libro no es necesario tal profundidad en su definición. 

El libro analiza el sistema social, económico y político actual poniendo, principalmente, a España y la UE como un «caso de estudio», pero bien podría valer para otros países. Todo Occidente en mayor o menor medida tiene los mismos problemas generados por un sistema basado en ideologías en lugar de en la ciencia. Hago también referencia a EE. UU. y Francia en numerosas ocasiones. 

Cuando escribo sobre la cesión de soberanía nacional a fondos de inversión y bancos, entiéndase que se hace referencia en sentido amplio a cualquier gran acreedor. Por ejemplo, si corresponde también debe entenderse que se incluye el BCE (Banco Central Europeo) cuyo control lo tienen los grandes países de la UE y, por tanto, se les cede dicha soberanía de forma indirecta. Ejemplos de esto son España, Grecia o Portugal. 

A veces, puedo poner enlaces a artículos en inglés o en español. En tal caso, es fácil leerlos, pues Google Chrome u otros navegadores los traducen por defecto si así lo seleccionáis. 


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